La mezquita

¡Hola compañeros! ¿Cómo andais? Yo de nuevo por aquí, cuando tengo unos minutos libres. Y leyendo. Resulta que los vecinos de Los Bermejales recurren la sentencia que permite construir una mezquita en este barrio. Su apelación se basa en una aplicación que entienden retroactiva e ilegal del Plan General de Ordenación Urbanística del 2006 a un acto administrativo del 10 de marzo de 2005 por el cual, el recurso de la Asociación Islámica y el Ayuntamiento habría modificado las ordenanzas que definen que el uso de los centros de culto tiene un ámbito de barrio. En definitiva, que el Ayuntamiento y la Comunidad o Asociación Islámica, desean construir una mezquita en Sevilla, en Los Bermejales y los vecinos de este barrio, representados en la asociación "Bermejales 2000" se oponen tajantemente. ¿Quién lleva razón? Desde luego, los grandes perjudicados, van a ser los vecinos de este barrio porque muy a su pesar, lo cierto es que acabará por construirse ese centro religioso. Porque lo que quiera el Ayuntamiento, y más concretamente su alcalde, mi querido Alfredo Sánchez Monteseirín va a misa, o a la Meca, según se mire. Vamos que no le importa nada lo que piensen los vecinos, se hará quieran o no. Lo cierto es que si los vecinos, que pagan religiosamente -nunca mejor dicho- sus impuestos, ahora que todos vamos a pagar más caro el bonobús, más caro los productos alimenticios, y más caro todo, excepto los sueldos obviamente, resulta que no tienen derecho a negarse a que en los terrenos se construya una mezquita. Mucho demandar y poco escuchar, y como con los vecinos de los Bermejales, con todos. Porque ése es el modo de actuar de nuestro primer edil, hacer lo que a él le da la real gana, como restaurar las puertas del Ayuntamiento, valiosas no valiosísimas, como si fueran de nueva construcción. Como nos hemos dado cuenta, va y las cierra, para que no se sepa la barbaridad que está cometiendo. En definitiva, a los vecinos de Los Bermejales, que se vayan concienciando con la nueva construcción y a los defensores del patrimonio de la ciuda, mejor que seamos nosotros los que nos tapemos los ojos y no veamos el atentado que se está comentido con esas maravillosas puertas.